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  • Foto del escritorColectivo "Ilusión Amalgama"

La búsqueda de un tesoro: cuentos entrelazados

Actualizado: 30 oct 2020

La larga noche - Danilo Tola


Noche 1 28/10

Apreciando la bella noche que siempre comienza con su fría y frágil luz, naciente de la luna llena, justo cuando alcanzó su más tenue altura es que pude ver mí rostro fragmentado en el cielo. A lo largo de esta fría ciudad, me levanté con la noche en la espalda, como el daguerrotipo de mis estrellas…

Noche 2 29/10

No hay mejor canción que los ambiciosos maullidos que llenan esta fría noche, codiciando el suave esplendor de la luna, adornada con finos bordados de diamante que regalan esa fría belleza….no obstante todo se pierde con el estruendo del nuevo día, que reclama el perdón de Dios… Sin embargo la noche es joven por lo que aún su tenue luz puede darme una invaluable compañía para esta nueva travesía a la que se enfrentan mis 9 vidas.

Noche 3 30/10

Perdiéndose el naranja inocente de un atardecer viejo y agotado, da lugar a una nueva vida, con un hielo carmesí que lanza el sol con su corona al frío de la noche. A pesar del dolor que sus últimos destellos emiten, dan a spoilear todo final.

Noche 4

31/10

Toda vida y viaje parece concluir al momento de despertar de ese sueño casi tan antiguo como el centro cultural Simón y Patiño, que no deja avanzar ni un paso más. Al ver esto los vientos se ríen a causa de la impotencia de toda naturaleza incluyendo la mía, después de un trueno de enojo que electrizó todo pensamiento y congeló todo futuro.



Ezakamik - Rafaella Castro


Con el daguerrotipo en manos, trataba de inmortalizar aquella escena que la había cautivado. Esa escena ocurrió en el Centro Cultural Simón y Patiño, dos aguiluchas en la cima de dicha edificación trataban de derribar a una pequeña palomita. La embelesó el hecho de que trabajaran en conjunto para causar la muerte de un ser inferior, empero cuando la derribaron creyó que algo tan humano como lo es la codicia se había apoderado de dichas aguiluchas. Haciendo que ambas peleen por la muerta palomita. En la banca de enfrente, había un anciano realizando un bordado. No bordaba cualquier cosa, sino la escena que la chica del daguerrotipo intentaba captar y a la chica dentro de esa escena. Estoy seguro de que en otras circunstancias, ese hecho hubiera spoileado la simple escena de las aguiluchas. Sin embargo me invadió una necesidad de plasmar lo que estaba viendo, con el anciano y todo. Así, de antemano gritando perdón a las musas de mi obra, pasé a eternizarnos, en su mente y en mi mente. En un limbo donde eternamente se plasmarían el uno al otro, conmigo dentro como el eslabón final. Es que debía ponerle fin a ese círculo vicioso, yo también debía ser quien me plasmara en la escena, convirtiéndome en parte de la obra. Y con ese simple botón lo logré.



¿El portal? - Mateo Menaché


El daguerrotipo se fundía en mis manos mientras el vacío ofuscaba el Centro Cultural Simón Patiño, allí se hallaba el último pedazo que nos aferraba al plano terrenal, antes de la revolución digital. La codicia de las multinacionales hizo que yo prefiera el vacío y obsoleto mundo físico, antes que el brillante y nulo mundo irreal. Mientras paseaba por el polvoroso centro, vi un hermoso bordado, tan ficticio que no podía pertenecer a ninguno de los dos mundos en los que viví, irradiaba vida y, a pesar de ser de tela y lana, no se veía viejo; estaba cerca del centro de receso donde la multitud abandonaba su cuerpo. Había algo de ese bordado que spoileaba mi mente, me brindaba ilusiones y esperanzas de un lugar ajeno a los mundos en los que vivía. ¿Podría ser este el portal al mundo del olvido y del perdón que tanto anhelaba?


La bisabuela - Adriana Lanza


Encontró el daguerrotipo de su bisabuela entre los documentos de antaño del Centro cultural Simón y Patiño. La codicia de doña Inés había sido tan elevada que hasta el yerno había tenido que fortalecer la seguridad en torno a la sala donde guardaban las joyas, para que su suegra no accediera al tesoro. El bordado del mantel fue el motivo para que ella se quedara horas en el salón de té tratando de extraer el hilo de oro de las alas de un cisne.

No quisimos spoilear el tema a los bisnietos para que ellos escribieran su propia versión cuando vieran el daguerrotipo de la bisabuela, quizá otra podría ser la historia y ella alcanzara el perdón.


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